Con rezos en mapudungun nos recibe la comunidad de Piedra Alta, una comunidad mapuche que lleva años esperando su nueva capilla, dado que la actual, construida con mucho esfuerzo por ellos mismos, ha sido víctima de las termitas. Humedad, brisa marina, silencio y calma, que nos permiten escuchar el ruido de las olas a lo lejos, son algunas de las cosas que caracterizan a este único lugar, además de sus animales cruzándose en los caminos. Las casas calefaccionadas con el horno a leña preparan las más ricas sopaipillas, papas fritas o tortillas que hemos probado. Sin embargo, lo más característico de Piedra Alta sin duda es la esperanza y perseverancia. Llevan años recurriendo a la municipalidad, distintos políticos y proyectos, en busca de ayuda para poder renovar su capilla. Hasta que un día el párroco del lugar, Juan Bautista, acudió a Trabajo País, confiándonos la misión de ayudar a fomentar la religión católica en las futuras generaciones.