Llegar al Cajón fue una explosión de emociones, relacionadas con risas, miradas, esperanza y fe. Nunca habíamos sentido una comunidad tan cercana en Trabajo País, y creemos que la capilla realmente va a ser un aporte para generar un vínculo con esta comunidad tan empática, amorosa y preocupada. Sin duda fue una experiencia inolvidable, sentíamos gente muy acogedora y contenta de tenernos allí, lo cual hace más ameno el arduo trabajo que se nos viene en julio. Nos marcaron un sinfín de sonrisas, abrazos, gestos amables y compañía hasta el final, cosas que no sabemos como agradecer a cada una de las personas que nos acompañó en esta avanzada. Creemos fielmente que Dios está en el Cajón y que ahora con la futura capilla las personas podrán tener un punto de encuentro y relajo, un lugar donde se sientan seguros, acompañados y acogidos. Los nueve días que estaremos allá no pueden pasar en vano, por lo que al igual que como ellos nos recibieron, nosotros haremos lo que mejor sabemos hacer, entregar Esperanza y Alegría para la comunidad de El Cajón.